Lois saca a Dewey de la clase especial, y todos los especiales lo extrañan por lo que se escapan escondiéndose en árboles, hasta que él regrese. Hal conoce a un grupo de fisicoculturistas, a los que les ayuda con asesoría básica. Gracias a los fortachones, los niños son recuperados. Dewey actúa berrinchudamente para poder regresar con el grupo especial.