Ante la negativa del FBI a su petición de que busquen a Nick, Emily pone en marcha un arriesgado plan que la lleva a encontrarse cara a cara con el hombre que puede llevarla hasta Nick. Mientras, en algún lugar de Europa, Nick está siendo drogado y torturado psicológicamente, lo que saca a la luz la culpa e inseguridades que tiene como agente del FBI, marido y padre.