Unos agentes intentan darle una paliza a Sarp dentro de la cárcel pero su respuesta les sorprende tanto a ellos como a Hasan, su compañero de celda. Doce meses después de estar en prisión, el policía comienza una nueva etapa junto a este socio peligroso. El cambio de rumbo de Sarp no termina de agradar a su madre. Además, consigue ganarse la confianza de Celal tras salvar a su hija de una muerte segura.