Alejandra Andrade entra en la única cárcel de mujeres de Costa Rica y en La Reforma, el centro penitenciario más grande y peligroso del país centroamericano. El equipo retrata dos cárceles que funcionan “como verdaderos depósitos humanos”. ENCARCELADOS accede a las celdas de aislamiento donde los 11 presos más peligrosos están vigilados las 24 horas del día. La periodista Alejandra Andrade logra hablar con los internos de máxima seguridad, en un documento periodístico inédito