Mitch descubre a unos niños jugando con unas granadas en la playa y, con la ayuda de Cody, localiza la caja de la que provienen. El teniente se pone en contacto con un viejo amigo de la Marina, quien le confirma que recientemente robaron un barco cargado de materiales explosivos. Cody y Mitch lograrán localizar las armas desaparecidas, pero aún tienen que enfrentarse a los ladrones.