Abril 1986. Juan Herrera culmina la visita que hizo a Argentina para ver a su hija Claudia. Al despedirse, le pasó dinero para sus gastos, pero ella no quiere aceptarlo. En tanto, Gabriel, su pareja frentista sufre un atentado. La situación pone en peligro la vida de Claudia también. "Ya no podemos seguir quedándonos en esta casa", le dice Gabriel, una vez que Juan iba rumbo a Chile. Con su padre, Claudia manda recuerdos a sus hermanos y una carta a su madre. Pero Ana, sigue resentida y prefiere no leerla.