Tras perder millones en su compañía por un juicio, Temple Fugate se autodenomina como «El Rey Reloj» y persigue a quien considera el único responsable de su pérdida: el Alcalde Hill, quien en el pasado simplemente había sugerido a Fugate de no ser tan rígido con el tiempo lo cual llevó a Fugate a cometer su único error en su ex trabajo.