Cuando una joven es secuestrada, Sherlock y Joan identifican la voz del secuestrador como la de Simon ‘Faux-riarty’ (“falso Moriarty”), uno de los asistentes del implacable enemigo de Holmes. El detective, por su parte, revela que ha llegado a un acuerdo con él y que, como parte del trato con los federales, colaborará en el esclarecimiento del caso.