Con Suggs libre, Mac y Joni deben buscar refugio en un lejano hotel, dirigido por su amistoso dueño, Harlow. Mientras intenta reparar la bomba de la piscina, Mac descubre que Harlow tiene más problema que una piscina defectuosa. De vuelta en Memphis, Sugg realiza una visita al periódico donde trabaja Joni.