Ana es catalana, hija de una familia burguesa y trabaja en un estudio en publicidad. Tiene 38 años y sólo ha vivido con su marido, con el que tiene una relación fría pero aceptada por ambos. Pese a que su familia se opone, decide separarse de su marido y emprende unas vacaciones acompañada de su hija Bárbara, de 12 años, con el propósito de dejar atrás todo lo pasado y empezar una vida más libre, con menos ataduras, menos convencional.