Luego de tres años tras las rejas, el Búfalo ha decidido cambiar su vida: retomar la relación con su hijo, ordenarse, conseguir un trabajo normal, no cometer más errores. Su pasado, no obstante, no pretende soltarlo y lo convence de dar un último golpe, pero las cosas salen muy mal y la deuda no es ahora con la sociedad, sino con el Tano, un tipo complicado que no piensa esperar. En su viejo amor, el combate cuerpo a cuerpo de las artes marciales mixtas, el Búfalo encuentra una vía de escape para pagar sus deudas y volver a empezar.