Puede que las vacaciones estén llegando a su fin, pero eso no significa que el ritmo decaiga en Acapulco. Corren los tequilas, Diego se sale de control y se extralimita con sus amigos. Ya nadie tolera sus exabruptos y deciden confrontarlo. Habrá celos, llantos y hasta un correctivo. Es por esto que el Boss decide agasajarlos con sorpresas. Quiere despedir a los a lo grande: tarde de champagne en su yate, regreso de ex integrantes y una fiesta de fin de vacaciones que promete ser inolvidable.