Rigsby recibe una llamada por un tiroteo con víctimas a las afueras, en Carson Springs (California). Se trata del asesinato de un peluquero local en plena calle y Jane con su agudeza habitual pronto averiguará que un hombre herido también está implicado. Lo localizan y descubren que se trata de Steve Rigsby, padre del agente Wayne Rigsby. Todo va a complicarse cuando el progenitor, hospitalizado, pone pies en polvorosa.