Don y su equipo investigan la muerte de dos testigos que tenían que declarar en el mismo caso. El juicio en cuestión era contra una banda organizada de Los Ángeles. Cuando un tercer testigo desaparece misteriosamente, los agentes deberán encontrarlo antes de que lo hagan los mafiosos. Por su parte, Charlie realiza un cursillo de entrenamiento del FBI para aprender a actuar en situaciones límite. Sin embargo, parece ser que al pequeño de los Eppes se le dan mejor los números.