El coche de Silvia está siniestrado contra la farmacia, pero dentro no hay nadie. Javier, aún vestido de boda, no da crédito. El farmacéutico estaba de guardia cuando el coche embistió y la cosa pinta grave. Pero, si su mujer no conducía, ¿quién lo hacía? Y, lo más importante: ¿Dónde está Silvia? En el hotel, Luz y Ainhoa no se lo pueden creer: ¡La boda ha sido un éxito! A pesar de haber triunfado, las recién casadas no acaban de disfrutar de su noche de bodas. ¿Qué les rondará la cabeza? Mientras, por los pasillos, Rita y Diana merodean con pocas ganas de acabar la fiesta, aunque Menchu intente, sin éxito, disuadirlas. Y es que las mujeres se han dado cuenta de que la edad es solo un número y eso no les debe impedir disfrutar. Arturo, desterrado de la alcaldía, decide que la mejor idea es volver a los orígenes, es decir, a la fábrica de embutidos. Pero, la fábrica está clausurada como parte de la investigación contra Armando: ¿Qué le queda a Arturo?