El equipo del NCIS se asocia con el Departamento de Estado tras descubrir que el asesinato de un traficante de armas está relacionado con una serie de delitos aparentemente ejecutados por alguien con un entrenamiento de élite de las fuerzas especiales. Además, Callen visita a la agente de la ATF, Anna Kolchec, en prisión mientras espera su sentencia.