Está por cumplirse el primer año de sobriedad de Sherlock y Watson siente que es un evento que habría que festejar. Sin embargo, Sherlock no está interesado en ello (insiste en que celebrar el paso del tiempo es algo sin sentido) y pasa todo el tiempo trabajando junto con Joan en la búsqueda del cómplice de un extorsinista asesinado que tenía como objetivo a las familias de víctimas de violación.