Luisa, Ángel y Ramiro fueron tres amigos inseparables en sus años jóvenes. Luisa se casó con Ángel, pero acabó descubriendo que, en realidad, estaba enamorada de Ramiro. Su marido lo comprendió y decidió dejarles vivir su amor. Ángel y Luisa tenían una desahogada posición y en su hogar reinaba la felicidad. Muchos años después, Luisa encuentra a Ángel enfermo y casi convertido en un mendigo. Ella y Ramiro no dudaron en llevarlo a vivir con ellos. Pero Ángel, en lugar de gratitud, sentía rencor hacia ellos. Ramiro y Luisa, sin darse cuenta, habían metido a un intruso en su propia casa.