Darius Caunes no es quien la gente cree que es. Asesinó hace dos años a su esposa, y falsifica billetes de 500 francos. Incluso se ha hecho amigo del inspector de policía que investiga la muerte de su mujer. Es imperturbable, un artista del crimen. Aunque los mejores planes salgan mal, y aunque su ayudante accidentalmente se haga con uno de los billetes falsos y se lo de a un viejo amigo que le ha pedido dinero, Darius se las apaña como gran artista del crimen que es.