Estando preso por narcotráfico en Barcelona, Hernando Toro inició su carrera de fotógrafo. Durante más de una década, desde una celda que convirtió en un estudio profesional, tomó miles de retratos a quienes, como él, vivían tras las rejas. Pese a la riqueza de su trabajo, buena parte del archivo de Toro quedó olvidado una vez salió en libertad.